Unicaja, denunciada ante Inspección de Trabajo por 17,5 millones pendientes de las pensiones de Liberbank
La entidad financiera cerró las últimas negociaciones con la propuesta de abonar de manera individual el 50% del importe y de reducir el ROTE exigido para el pago íntegro

El presidente de Unicaja, José Sevilla, y el CEO de la entidad, Isidro Rubiales, durante la pasada presentación de resultados anuales. A. Pérez Meca / Europa Press
La lucha de Unicaja contra las reclamaciones de los sindicatos no cesa, y se hace especialmente violenta ahora que CSIF (Central Sindical Independiente y de Funcionarios) ha decidido interponer una denuncia ante Inspección de Trabajo por las aportaciones al plan de pensiones no pagadas de los trabajadores originarios de Liberbank.
La cantidad exacta no ha sido desvelada por la entidad financiera, a quien este periódico ha consultado, pero sí que el grupo sindical ha realizado el cálculo de una media de 7.000 euros por persona. Al multiplicar esa cantidad por los 2.500 empleados afectados, el importe obtenido ronda los 17,5 millones de euros.
CSIF considera haber «agotado todas las vías amistosas de negociación con Unicaja» en un conflicto pendiente durante «más de 10 años», así que tras la consulta a su asesoría jurídica ha resuelto obligar al banco malagueño a ser investigado por el Ministerio de Trabajo.
Los plazos son largos, «pueden pasar meses», ha señalado la secretaria general de esta representación de trabajadores, Pilar Martínez. Y ha indicado que este es un paso previo que consideran necesario antes de plantearse llevar el caso a la Audiencia Nacional, que era su intención inicial.
Un indicador financiero como requisito
El banco se escuda desde el inicio en que debe alcanzar un ROTE (rentabilidad sobre el capital tangible) anual del 15% para hacer dicho pago. Pero en la negociación abierta con entre finales de febrero e inicios de marzo, Unicaja se planteó negociar el pago de las aportaciones a las pensiones sin lograr esa cifra a cambio de reducir el importe total a un 50%, renunciando los trabajadores al porcentaje restante.
Pero unas semanas después, tras las quejas de otros grupos sindicales como Suma+T y CSIF, la entidad ofreció pagar la mitad de importe de manera individual y redujo al 13,9% el ROTE necesario para abonar la cuantía completa.
El conflicto se originó, según han recordado fuentes de la empresa a Economía Digital, «en el ámbito de Liberbank y previamente a su integración en Unicaja». El banco asturiano suspendió temporalmente las aportaciones al plan de pensiones de empleados, condicionando su restitución a un indicador financiero.
Este debía redefinirse mediante negociación, pero no se llegó a acuerdo antes de la fusión. Tras la integración, Unicaja inició nuevas negociaciones para establecer dicho indicador, pero ninguna de sus propuestas ha sido aceptada por la representación sindical desde entonces.
Plan de prejubilaciones
Otro asunto que se trató durante ese periodo consultivo fue de cuánto será el sueldo neto que recibirán los trabajadores que se acojan al plan de salidas voluntarias, ante el próximo ajuste de plantilla. La cantidad ajustada fue del 73% e incluiría a un máximo de 150 personas.
También discutieron sobre el nuevo plan de carrera profesional, que pretende establecer un modelo de desarrollo interno que permita la promoción de los empleados, y la unificación de los planes de pensiones de las entidades que forman parte de Unicaja.
A pesar de las conversaciones mantenidas hasta el final, no se cerró un acuerdo en la fecha límite del 5 de marzo, después de que los representantes sindicales consideraran «inasumibles» las propuestas de la compañía. Unicaja resolvió entonces que actuará unilateralmente, aunque todavía no ha hecho públicos los pasos que ha dado en esta dirección.
Brecha salarial
La agrupación liderada por Martínez también exige desde hace meses una homologación salarial a los trabajadores procedentes de Liberbank, quienes perciben tres pagas y media menos al año, según sus cálculos.
En diciembre de 2023, con respecto a este tema, Unicaja llegó al acuerdo de desembolsar 1.000 euros anuales a todos sus empleados, un pago que incluía a toda la plantilla, tanto la procedente de Liberbank como a la que ya había sido contratada por la entidad financiera en un primer momento.
Por lo tanto, Martínez consideraba que ese plus único y no consolidable lo único que hacía era «agravar y mantener la desigualdad». Fuentes de Unicaja, por el contrario, aseguraban a este periódico que dicho convenio ya resultó ser «un gran esfuerzo» para ellos.